Telegram informó a la Comisión Europea que no cumple con los requisitos necesarios para ser considerada una “gran plataforma” bajo la ley de servicios digitales recientemente implementada por la Unión Europea (UE).
Esta ley impone obligaciones más estrictas a las plataformas que alcanzan al menos 45 millones de usuarios mensuales en la UE, incluyendo mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de contenido ilegal.
Según Thomas Regnier, portavoz del Mercado Interior de la Comisión Europea, la plataforma de mensajería reiteró que no ha alcanzado esta cifra, aunque no se especificó el número exacto de usuarios activos.
La declaración de Telegram se produce en un contexto legal complicado para su fundador, Pável Dúrov, quien fue detenido en Francia el pasado viernes.
Dúrov, que tiene ciudadanía rusa, francesa y de Emiratos Árabes Unidos, enfrenta una investigación en Francia por 12 cargos relacionados con la difusión de contenidos delictivos a través de la plataforma, como narcotráfico, pornografía infantil y estafa.
Evaluación en curso por parte de Bruselas A pesar de las afirmaciones de Telegram, la Comisión Europea continuará con su propia evaluación del número de usuarios que la plataforma tiene en la UE.
Este cálculo no se basa en el total de usuarios registrados en la aplicación, sino en aquellos que participan activamente en los canales públicos, los cuales son considerados más similares a una red social.
Este enfoque deja fuera a los usuarios que solo utilizan Telegram para enviar mensajes personales, un aspecto crucial que la compañía destaca para argumentar que no cumple con el umbral de los 45 millones de usuarios.
La Comisión dejó claro que el arresto de Dúrov y la investigación en curso en Francia no están relacionados con el cumplimiento de la ley de servicios digitales, aunque Telegram sigue estando obligada a cumplir con ciertas normativas.
Específicamente, la plataforma debe contar con un sistema que permita a las autoridades y usuarios reportar contenido ilegal, asegurando su rápida eliminación una vez identificado.
Sin embargo, al no ser clasificada como una gran plataforma, Telegram no está obligada a cumplir con las normas más rigurosas del reglamento, como la presentación de informes anuales de riesgos o la realización de auditorías externas.
Mientras la situación legal de Dúrov se resuelve, Telegram continúa operando bajo un escrutinio creciente tanto en Europa como en otras regiones, en medio de una creciente presión para garantizar la seguridad y legalidad de los contenidos compartidos en su plataforma.