Edwin Cardona y Efraín Juárez, quienes forjaron una gran amistad en las canchas de Monterrey, se reencontraron en Atlético Nacional.
Y para coronar esta historia, ambos escribieron sus nombres en letras de oro al conseguir el doblete en Colombia.
¡Un logro que demuestra que el fútbol, además de pasión, es también un hermoso juego de conexiones y destino!»