“Cuando conocí a Messi en el Mundial le dije: “Messi, quiero tu camiseta después del partido”. Me dijo: “Hola, también me darás tu camiseta”. Así que le dije, por supuesto. Al final del partido, salimos al túnel. Encontré a Messi esperándome. Me dio una camiseta nueva con su nombre y otra camiseta con las firmas de todos los jugadores argentinos”.
“Me dijo “la primera para ti y la segunda véndela y haz algunas cosas benéficas para las personas necesitadas en tu país”. No pasaron ni 24 horas hasta que comencé a recibir ofertas de fotógrafos y empresas para comprarla y se la vendí a una conocida empresa de fotografía. Messi es un gran jugador y una persona emocional a la que le encanta hacer el bien a la gente. Estoy muy orgulloso de él”.
