NACIO COMO PUERTO DE BOLIVAR Y CRECIÓ COMO PUERTO BOLIVAR

Nombre con 141 años de historia

Por Alberto Chávez Cruz
Ayer 18 de diciembre no hubo interés de periodistas ni de medios de comunicación que publiquen, resalten al menos, la historia de los 141 años de fundación del Puerto de Bolívar, ni siquiera en la reseña histórica “comentada” en la sesión solemne, absurdamente realizada en Machala y no en la parroquia.

La respuesta es clara, los administradores municipales no dan la cara porque tienen miedo de la reacción de los porteños, donde dicen que se han invertido 40 millones de dólares en siete años y el Puerto alegre, trabajador, emprendedor carece de seguridad civil, en tiempo de lluvias se inundan las calles, con postes podridos para sostener cablerias para energía eléctrica e internet, geográficamente medio Puerto tienen destrozadas sus calles, no existen lugares de distracción, la mole de cemento del futuro parque en el malecón a medio terminar y para rematar no hay agua, ni siquiera para lavarnos “las bolsas”.

AQUÍ LA HISTORIA IGNORADA
Al Gobernador doctor Rafael Arízaga, Comandante en Armas, en 1861 le correspondía el despacho de las embarcaciones en Puerto Pital en el cantón Santa Rosa, único medio de transporte en la época, especialmente para movilizar mercaderías hacia y desde la ciudad de Guayaquil.

Machala era atendida con servicio de cabotaje, con los viajes del buque a vapor «Olmedo» que partía de las «Pampas de Pilo» hacia la ruta Guayaquil y al Coronel José Madero Díaz, le correspondía recibir y despachar todo tipo de embarcación marítima.

Cierto día, el Coronel José Madero despachó desde “Puerto Pilo” al piloto de una pequeña embarcación a velas llamado Juan Manuel Orrala, de origen puneño, que con regularidad conducía una gran cantidad de corteza de mangle con dirección a Guayaquil, materia prima muy utilizada para preparar anilina y otros artículos.
La embarcación partió.

Encontrándose a la altura del sitio «El Mogote», (frente a Puerto Bolívar) Orrala fondeó la pequeña embarcación por falta de viento y el cambio de marea y aprovechó para descansar y comer.

En esas circunstancias, este hombre aprovechó para revisar los documentos que garantizaba la legalidad del viaje y los documentos a el encomendados; notó que por error involuntario seguramente del Coronel Madero o de su Secretario le faltaba un papel o documento importante.

Trató de corregir ese error, pensó regresar a Puerto Pilo.
De pronto sus ojos fijaron la mirada al frente suyo, tropezándose con un tupido manglar rodeada de meseta o playa llena de cascajo y arena. Como en sus viajes le acompañaba una pequeña canoa, decidió tomarla para dirigirse a la orilla de ese manglar, llegó y quedó encantado, descubrió una amplia meseta de arena con aguas estruendosas a un costado del Estero Huaylá (ese lugar es lo que ahora es conocido como las escalinatas en el malecón).

Se desembarcó en ese novedoso lugar al que, por varios hallazgos arqueológicos, presumiblemente habría servido como lugar de vivienda y alimentación para errantes grupos familiares, quizás los punaes que ingresando por el Estero Huaylá llegaron hasta Machala.

Luego, calculando en línea recta hacia Machala, echó a caminar y tras sortear un largo trayecto, salvando obstáculos en el manglar, con gran esfuerzo y acertando en sus cálculos llegó a Machala.

Con sus zapatillas llenas de lodo en sus manos y su ropa totalmente sucia se presentó ante el Coronel José Madero, quién sorprendido le preguntó qué camino había tomado. Juan Manuel Orrala informó que había saltado en un barranco ubicada en una meseta amplia y sólida de tierra dulce y aguas estruendosas. Que se había guiado observando la cúspide de la antigua y primera Capilla que se había construido en 1763.

Dicha autoridad con mucha curiosidad, suspicacia e inteligencia tomó nota del informe y al paso del tiempo con sus peones y en compañía de José Eduardo Mera y Apolinario Gálvez, localizaron esa meseta de tierra firme descubierta por el dueño de la chata (embarcación a velas) resolviendo establecer en ese lugar el futuro Puerto de Machala.

Con el transcurrir de los meses, el pescador se apoderó del lugar, pescaba y cortaba corteza de los mangles para llevarlos a vender a Guayaquil.
Construyó con ramas una choza para descansar y protegerse de los rayos del sol.
Allí vivió mucho tiempo.
Después el Coronel José Madero Diaz, inició el trazado, una angosta trocha o camino, desde Machala en dirección a lo que luego sería Puerto de Bolívar, llenándola con ramas y troncos de árboles, tapándolos con lodo para consolidar el camino hacia el barranco de aguas estruendosas.

Don Apolinario Gálvez, Jefe Político del cantón Machala, en 1861 interesó al Concejo Cantonal formar un nuevo Puerto frente al Archipiélago de Jambelí y reclamar los títulos de los terrenos cedidos por el Rey de España.

Transcurrieron 22 años, se desbrozó el lugar para establecer las primeras manzanas el Concejo Cantonal de Machala convocó a los machaleños a la compra de solares que, de 300 a 400 metros cuadrados costaban 20 y 30 sucres incluyendo relleno con cascajo de los solares.

El 7 de abril de 1883 el Supremo Gobierno Provisional lo habilitó como Puerto de la República, por lo que las autoridades planificaron obras y se estableció la construcción de un muelle de madera

El 26 de septiembre de 1883 los señores Leandro Serrano y Mauel Armendáreiz presentaron al concejo cantonal un proyecto para construir el muelle de madera y abrir la línea de carros urbanos, pedidos aprobados el 7 de diciembre del mismo año.

LA FUNDACION
El día 18 de diciembre de 1883, a la una de la tarde, a orillas del mar del Golfo de Jambelí y al costado izquierdo de ingreso al Estero Huaylá, justo en la actual avenida “Dr. José Ugarte Molina” en el espacio entre la casa de Don Manuel Encalada Zúñiga y la Unidad de Policía Comunitaria, se realizó el acto social de Fundación del Puerto de Bolívar, instalándose una carpa levantada por la Empresa de Carros que a manera de salón de actos se cumplió la sesión extraordinaria para solemnizar el acto de la bendición o ceremonia cívico-religiosa, cantándose el Te Deum y se bendijo una cruz de madera de gran tamaño como la más elocuente manifestación de respeto, religión y veneración a la justicia.

Además de la presencia de unos cuantos habitantes porteño, el suceso histórico tuvo la asistencia del Gobernador de la Provincia de El Oro señor José Rafael Arízaga; el Dr. Ramón Martínez, Cura Párroco de Machala; Don Catalino Serrano Pazmiño, presidente del M.I. Concejo Municipal la señora Doña Fernanda Valarezo de Castro y su hija la señorita Rosa de los Ángeles Castro; Doña Rosario Castro de Maldonado y sus hijas las señoritas Julia Rosario y Rosa Maldonado; la señorita Ana María Castro; el señor Leandro Serrano, Jefe Político del Cantón y muchas personas más cuyos nombres constan en la acta de fundación.

Entonces, al Primer Puerto Marítimo de Machala, se le designó con el histórico y glorioso nombre de Puerto de Bolívar como una grata y digna reminiscencia de tan esclarecido patricio, cuya fecha, si bien coincide con el tristísimo día de su fallecimiento, lejos de los que amó y le amaron, constituía para la Provincia de El Oro, un presente halagüeño de futuras prosperidades.

Luego se colocó el primer durmiente de la vía férrea tallando en su centro esta inscripción: 18 de diciembre de 1883, desde donde debe partir la locomotora hasta Machala, de allí al Guabo y al Pasaje.

El 13 de abril de 1897 el Congreso Nacional lo elevó a la categoría de Puerto Mayor de la República de Ecuador.

En 1898 el General Eloy Alfaro Delgado, visitó Puerto de Bolívar para mirar la construcción del Ferrocarril hasta Machala que fue inaugurado el 23 de abril de 1.900.

En 1899 el ingeniero Gastón Thoret diseñó las calles y puso nombres a las mismas tomando como referencia central la entrada al muelle como la Municipal (hoy Avenida Dr. José Ugarte), General Córdova, Páez, Olmedo, Bolívar, Apolinario Gálvez, Gonzalo Córdova, Pichincha, Junín y años después la General Páez.

CAMBIO DE NOMBRE
Ocurre que 47 años después de la Fundación de “Puerto de Bolívar”, en la sesión del municipio de Machala presidida por el Presidente del Concejo Don Gerardo Manrique, correspondiente al 21 de junio del año de 1930 los concejales, previo análisis y conveniencias de desarrollo, así como para fortalecer el proyecto de los machaleños de contar con un Puerto legalmente establecido, aprobaron por unanimidad expedir la Ordenanza que crea al “Puerto de Bolívar” como Parroquia Urbana del cantón.

Lamentablemente, según contaron en vida personajes que vivieron esos años, el Secretario del Municipio quizás emocionado, apurado, en vez de escribir en la acta “Puerto de Bolívar”, anotó “Puerto Bolívar”, suprimiendo involuntariamente la palabra “de”.

Ese escrito original de la Ordenanza expedida del Municipio de Machala inmediatamente fue conocido por el Consejo Provincial de El Oro y a su vez enviada por el entonces Gobernador de El Oro, Don Rafael González Rubio al Ministro del Interior en la ciudad de Quito, solicitando el registro que erige el “Puerto de Puerto Bolívar” como parroquia urbana de la ciudad. Al regresar el documento aprobatorio, recién el Secretario Municipal se da cuenta del error cometido.
Desde entonces a esta parroquia se la llama simplemente “Puerto Bolívar”.
Es importante conocer que, en dicho documento, el Gobernador de El Oro, en su misiva dirigida al gobierno nacional justificó la conveniencia de aprobar la mencionada Ordenanza Municipal, basándose en los siguientes argumentos:

• Que la extensión del terreno de la nueva parroquia es más o menos de un kilómetro cuadrado.
• Que la distancia con Machala dista de seis kilómetros, poblaciones unidas por dos ferrocarriles de El Oro. Que, según el censo levantado por el Municipio de Machala, en Puerto Bolívar existan 297 personas.
• Además, tiene posibilidades económicas buenas porque es un Puerto que sirve a los cantones de Pasaje, Santa Rosa, Zaruma, incluso Loja.
• Tiene funcionando una escuela, con edificio de Aduana, Resguardo Militar y casas particulares de sólida construcción, buen servicio eléctrico.
• Que el puerto de Puerto Bolívar, se alienta por la presencia del ferrocarril y los nuevos cultivos que sustituirán al cacao; y tiene ciudadanos idóneos en quien confiar para los cargos públicos.

HISTORIA PARA QUE JAMAS DEBE OLVIDARSE