Las industrias en el país deberán generar su propia energía para producir durante 15 días consecutivos, desde el 15 de diciembre. Así lo dieron a conocer los líderes gremiales de ese sector. Consideran que es injusto que el peso de la crisis energética caiga sobre ellos en su totalidad, pues, recordemos que el sector residencial no tendrá apagones desde el 20 de diciembre. Lo cierto es que de cualquier forma y figura, en todos los escenarios posibles, son los ciudadanos de a pie quienes pagan la factura que deja esta emergencia.
Si el sector industrial genera su propia energía, lo cual implica costos adicionales en la producción, serán ellos quienes adoptarán medidas compensatorias para equilibrar esos egresos. En cambio, los ciudadanos, que apenas y alcanzan a completar los ingresos para sus gastos de alimentación y vivienda, son quienes no encuentran paliativo de ninguna índole.
¿Cómo compensa el emprendedor que no puede abrir su local y vender su producto durante la interrupción del servicio eléctrico?
Es verdad que los gobiernos de turno han cargado el peso económico de sus decisiones a las empresas, de forma constante, con una serie de medidas que a la larga parecen constituirse en una especie de impuesto a la producción.
Pero también es real que se transforma en el camino más rápido y urgente para encontrar una herramienta apropiada para impedir que ese peso recaiga sobre los más pobres.
Es necesario que el sector industrial del país comprenda que este sacrificio de dos semanas significará el bienestar de 17 millones de ecuatorianos. El esfuerzo de este sector empresarial debe más bien ser entendido, desde la empatía, como una retribución a la aceptación ciudadana recibida hacia sus productos y servicios durante tantos años.
De otro lado, es oportuna la decisión gubernamental, no solo por cumplir su palabra empeñada ante la ciudadanía, que más parece estrategia publicitaria para levantar su imagen en la víspera de la campaña electoral; sino que además es responsable hacerlo de ese modo, para evitar que en febrero estemos otra vez sin energía.
De todas formas, nada es gratis. Ya veremos qué retribución entregará el gobierno nacional a las industrias ecuatorianas que aparecieron a dar su respaldo hacia los ecuatorianos al tomar estas decisiones, siempre pensando en el bienestar colectivo.