Publicado
hace 1 mesel
Por
Carlos GavilanesIvette Coronel Ojeda
La enfermedad del MOKO, causada por la bacteria Ralstonia solanacearum raza 2, continúa afectando plantaciones de banano en la provincia de El Oro, y a su vez genera preocupación en pequeños y medianos productores que se ven obligados a implementar medidas de bioseguridad sin suficiente apoyo estatal.
Aunque la expansión de la bacteria se ha logrado controlar en ciertos sectores, persisten focos en áreas clave de la producción bananera ecuatoriana, lo que ha llevado a líderes de asociaciones y pequeños agricultores a solicitar recursos para frenar su avance.
En una entrevista para este Diario realizada el pasado 29 de octubre, Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (ACORBANEC), informó que actualmente se registran casi 4 mil hectáreas afectadas en El Oro.
Salazar precisó que de estas plantaciones afectadas no todas presentan daños extensivos, es más, la oferta de banano se ha visto más afectada por factores climáticos, como lluvias excesivas y alta radiación, que por la enfermedad misma del MOKO.
CONTAGIO FOCALIZADO Y MEDIDAS PREVENTIVAS
Segundo Solano Gavilanes, presidente de la Asociación de Bananeros de El Oro, dijo que el MOKO ha afectado principalmente a pequeñas y medianas plantaciones en cantones como Arenillas, Machala y Pasaje.
De acuerdo con las estadísticas que se manejan en la asociación, “calculamos entre 25 y 30 hectáreas contaminadas. Aunque creemos que podría haber otros focos, no se supera las 50 hectáreas”, explicó Solano.
Para Solano, los esfuerzos de prevención de los productores han sido fundamentales para evitar la propagación del MOKO, destacando la detección temprana de la bacteria, especialmente en Arenillas, donde se reportó el primer caso hace cinco años.
La preocupación de los productores bananeros es la falta de apoyo técnico y financiero por parte del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP).
“Se ha trabajado en bioseguridad y hemos pedido al Estado que asigne recursos para llegar a los pequeños productores. Sin embargo, INIAP no cuenta con los recursos necesarios para investigaciones, y ha sido la empresa privada la que ha contribuido en parte”, agregó Solano.
SOLICITUDES Y PROPUESTAS
Gremios bananeros han planteado varias propuestas que permita mitigar el impacto del MOKO, incluyendo la creación de una línea de crédito con bajos intereses, administrada por BanEcuador, para que los productores puedan invertir en medidas preventivas.
Además, desde la Asociación de Bananeros de El Oro sugieren destinar cinco centavos de cada caja de banano exportada a un fondo de investigación. Este fondo estaría destinado a instituciones como INIAP, Agrocalidad y universidades con facultades de Ciencias Agropecuarias para avanzar en el desarrollo de métodos de control y prevención del moko y otras enfermedades.
Pequeños productores como Jorge Toapanta respaldan esta propuesta ya que ese recurso económico permitiría investigar el MOKO y otras plagas que amenazan las plantaciones de banano.
ESTRATEGIAS DE CONTROL: COBRE Y BIOSEGURIDAD
Jhon César Chérrez, un productor de banano orgánico en Arenillas, implementó un programa de manejo integrado para controlar el MOKO, que incluye el uso de cobre y microorganismos para el tratamiento de suelos y plantas.
Desde la aparición de la bacteria en una finca en Arenillas hace siete años, Chérrez desarrolló cerca de 16 tratamientos mediante prueba y error, en colaboración con un científico extranjero, obteniendo “resultados efectivos y de bajo costo”.
Según Chérrez, el MOKO se transmite fácilmente por las herramientas de trabajo y con el objetivo de evitar la diseminación de la enfermedad han establecido protocolos de seguridad, entre ellos la desinfección de las herramientas de trabajo.
IMPACTO ECONÓMICO Y REDUCCIÓN DE LA PRODUCCIÓN
Richard Salazar aseguró que la exportación de banano no se ha visto afectada por la enfermedad del MOKO. Sin embargo, algunos productores mencionaron que esto sí ha tenido un efecto en la producción del banano.
En sectores como Arenillas, los productores estiman que se perdieron alrededor de 40 hectáreas y que, en términos de exportación, se dejaron de producir unas 60 mil cajas de banano anuales debido a la enfermedad.
Chérrez, quien aplica tratamientos específicos en sus plantaciones, aseguró que el uso de cobre y microorganismos ha permitido salvar muchas plantas. “Si no se controla el MOKO, puede extenderse rápidamente, con un periodo de incubación de 45 días. Sin intervención, la infección podría multiplicarse, afectando cientos de plantas en poco tiempo”, advirtió.
Para los productores es necesario que el Estado asigne recursos a las instituciones competentes con el fin de que puedan desarrollar políticas de apoyo, consideran que con una estrategia integral de prevención y control se podría evitar que la enfermedad afecte seriamente al sector bananero ecuatoriano, el cual es un pilar de la economía nacional.
Criterios
Richard Salazar:
“Recogemos cifras oficiales que son alrededor de casi 4 mil hectáreas las que están afectadas con esta bacteria -en El Oro-. Hemos tenido una reducción de la oferta, pero no es por el MOKO, sino por factor climático. Nos ha caído mucha agua, alta radiación, frío en algunos otros casos”.
Segundo Gavilanes Solano:
“El INIAP no ha podido contribuir mayormente por falta de recursos, más bien ahí está un poco trabajando la empresa privada que está inyectando algunos recursos para investigaciones, pero el Estado no ha hecho mayor cosa que debería ser un compromiso y asignar recursos”.
Jorge Toapanta:
“Hemos pedido que se nos descuente 5 centavos por caja de banano exportada para investigación del MOKO y otras enfermedades y patógenos. Y que el dinero se destine al INIAP, Agrocalidad, a las facultades de Ciencias Agropecuarias de las universidades”.
Jhon César Chérrez:
“Aquí en Arenillas apareció alrededor de hace 7 años en El Oro, según datos de Agrocalidad. Calculo que en el cantón Arenillas sí se han perdido alrededor de unas 40 hectáreas y no han sido recuperadas. Alrededor de 60 mil cajas de banano en el año -se dejaron de producir”.