En 2020 se han presentado cuatro denuncias por asentamientos humanos irregulares

Luis Becerra

lbecerra@diariocorreo.com.ec

Rosa Ramón tiene una hija con parálisis cerebral y en el tiempo de confinamiento fue desalojada de la casa donde arrendaba. Motivada por la necesidad, ella y su esposo se instalaron en el asentamiento irregular que colinda con el barrio Virgen del Cisne Dos, en Puerto Bolívar.

“Pido a las autoridades que nos ayuden para tener un techo donde vivir, más por mi hija que es discapacitada porque no tiene carnet del Conadis ni un tratamiento completo, toda esta situación me tiene mal porque no tengo un techo donde estar”, manifestó.

La mujer dijo que está viviendo en los terrenos invadidos aguantando sol y lluvia, lo único que los protege son unos palos y trapos que forman su covacha.

INVASIONES

Ramón forma parte de las más de tres mil familias que han decidido formar un asentamiento irregular en El Oro.

En lo que va de este 2020, en la Intendencia de El Oro se receptaron cuatro denuncias por invasiones. Una en Huaquillas, otra en Arenillas y dos en Puerto Bolívar.

El intendente, Marcelo Orellana, manifestó que por el asentamiento irregular que está cerca del barrio Virgen del Cisne, se conocieron de dos denuncias por parte de Aguas Machala y del Ministerio de Defensa.

“Hemos seguido el trámite correspondiente ante la dirección de orden público para la aprobación del contingente policial y proceder al desalojo”

También se conocieron de dos alertas verbales. Estas fueron en el sector de Las Katyas, norte de Machala, pero por un operativo se frustró.

“Gracias a la oportuna intervención hemos evitado esa invasión que se veía venir hace 15 días, por ello nos contactamos con el propietario del bien y contrató seguridad privada para que custodien el sector”, expresó.

Dijo que el domingo último tuvieron la alerta por el mismo sector, pero a 500 metros de distancia, donde también se realizó un operativo. “Estas fueron dos alertas de invasiones, no se consumaron como tal”, dijo.

NECESIDAD

“No tengo donde vivir, tengo mis hijos, no tengo un techo donde pasar la noche, yo arrendaba y ya no hay trabajo, todo es más difícil porque el padre de mis hijos murió hace cuatro años”, manifestó Blanca Cevallos.

Ella dijo que tiene conocimiento en no es correcto invadir terrenos, sin embargo, se ve obligada por la necesidad.

Por su parte, José Medina, indicó que estar en estos asentamientos irregulares es una lucha porque no tienen donde vivir.

“Estamos día y noche, así llueva no nos movemos de aquí, cualquier rato me mandan botando, por eso luchamos para tener algo propio”, explicó.

Él dijo que no buscan que los terrenos sean regalados, sino que les vendan con facilidades de pago.

INVESTIGACIÓN

En lo que va de 2020, Fiscalía ha iniciado seis investigaciones por el presunto delito de tráfico de tierras, pero el proceso esta en la etapa de indagación previa, razón por la que no se pueden dar mayores detalles.

Según el fiscal provincial, Alberto Caivinagua, en el Código Orgánico Integral Penal que rige desde 2014, sanciona el tráfico de tierras, por ello Fiscalía tiene la potestad de investigar hechos o conductas relacionadas a este delito.

“Cuando alguna persona con el fin de obtener un beneficio para él o un tercero promueve y organiza un asentamiento ilegal, pues esto aparte de afectar al propietario, hay personas que son afectadas con esta promoción por una entrega de valores”.

ENGAÑO

Orellana expresó que en las tres visitas que ha realizado en todos los sectores invadidos, ha indicado a las personas que no se dejen engañar, que no den un centavo, porque muchas veces los promotores de las invasiones son organizaciones que utilizan a las personas para lucrarse.

“Los engañan con una futura escritura pública de propiedad de este predio, pero esto no se puede dar porque son privados y es imposible dar un dominio”, aclaró.

Criterios

Rosa Ramón

“Pido a las autoridades que nos ayuden para tener un techo donde vivir, más por mi hija que es discapacitada porque no tiene carnet del Conadis ni un tratamiento completo, toda esta situación me tiene mal porque no tengo un techo donde estar y mi esposo cuando encuentra trabajo solo saca para la comida”.

Blanca Cevallos

“No tengo donde vivir, tengo mis hijos, no tengo un techo donde pasar la noche, yo arrendaba y ya no hay trabajo, todo es más difícil porque el padre de mis hijos murió hace cuatro años y aunque tengo conocimiento en no es correcto invadir terrenos, sin embargo, me veo obligada por la necesidad”.

José Medina

“Estamos día y noche, así llueva no nos movemos de aquí, cualquier rato me mandan botando, por eso luchamos para tener algo propio, no buscamos que los terrenos sean regalados, sino que les vendan con facilidades de pago y estar en estos asentamientos irregulares es una lucha porque no tenemos donde vivir”.

COIP

Artículo 201: Ocupación, uso ilegal de suelo o tráfico de tierras. – La persona que para obtener provecho propio o de terceros, promueva u organice la ocupación o asentamiento ilegal en terrenos ajenos, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años.

Artículo 245: Sanciona con 1 a 3 años a quien invada las áreas del Sistema de Áreas Protegidas o ecosistemas frágiles. Máxima pena si hay daños graves a la biodiversidad y recursos naturales o si se ha aprovechado de la gente con engaños o falsas promesas.

FUENTE; DIARIO CORREO