La pena capital contra Pervez Musharraf se dictó por una serie de acciones que tomó después de llegar al poder tras un golpe de Estado en Pakistán.
Un hecho sin precedentes en Pakistán. El expresidente Pervez Musharraf del país oriental, quien se mantenía exiliado en Dubái, fue sentenciado a pena de muerte después de probarse que incurrió en el delito de “alta traición”.
Pervez Musharraf había encabezado en 1999 el golpe de Estado contra el primer ministro de Pakistán, Nawaz Shif. Dos años después, en junio del 2001, se autoproclamó presidente y desde entonces realizó una serie de acciones que, hoy, provocaron que sea sentenciado a la pena capital.
“El Tribunal Especial de Islamabad falló sentencia de muerte para el expresidente Pervez Musharraf en un caso de alta traición”, compartió la radio pública paquistaní en su cuenta oficial de Twitter.
Ajtar Shag, abogado del exmandatario, anunció que el caso está centrado en la decisión de su patrocinado de suspender la Constitución y declarar estado de emergencia en 2007 con la finalidad de enfrentar al terrorismo islamita. “El terrorismo y el extremismo están en su apogeo”, agregó.
Además, contó que el expresidente “sigue en Dubái y está enfermo”. “(Musharraf) tenía inmunidad. Era el jefe de Estado mayor, el presidente de Pakistán y el comandante supremo de las fuerzas armadas”, justificó el letrado y confesó que su patrocinado “quería grabar su declaración, pero quería total seguridad, lo que no le fue facilitado”.
El general retirado y analista de seguridad, Talat Masood, catalogó de “extraordinario” la decisión que adoptó la justicia pakistaní contra un antiguo jefe de Estado, en un país donde están inmunizados.
LA REPÚBLICA