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Carlos GavilanesEl negocio de la computación en la nube no para de crecer. Amazon Web Services (AWS) es desde hace años uno de los negocios fundamentales de Amazon. A día de hoy proporciona a la compañía un 70% del beneficio operativo. En este contexto, el gigante del comercio electrónico continúa apostando por ampliar sus infraestructuras. Su siguiente objetivo es España. La compañía ha anunciado este jueves que abrirá a finales de 2022 o principios de 2023 tres centros de datos en el país. Estas infraestructuras, que estarán en Aragón, permitirán a cualquier cliente tener una latencia más baja (tiempo de espera entre que realizas una acción y se ejecuta) y almacenar su contenido en España si así lo desea.
Miguel Álava, responsable de Amazon Web Services para el Sur de Europa, explica que los datos pertenecen a los clientes «y ellos eligen la zona o la geografía donde quieren dejar esos datos”. Pese a que ahora mismo no tienen la posibilidad de hacerlo en España, esto cambiará con las nuevas instalaciones: “De la misma manera que ahora un cliente español puede utilizar la región de Seúl, Singapur o Brasil, una vez que la región de España esté lista, cualquier cliente del mundo la podrá utilizar. Por ejemplo, una start-up que vea España como un mercado potencial y que le interese tener su infraestructura tecnológica y aplicaciones en el país”. Álava, que no ha concretado cuánto dinero se invertirá en la puesta en marcha de estos centros, prevé que este proyecto genere “cientos de puestos de trabajo”.
En Europa, Amazon Web Services tiene infraestructuras en cinco regiones —Dublín, Fráncfort, Londres, París y Estocolmo— y próximamente prevé abrir un nuevo centro en Milán. “Una región está compuesta de tres zonas de disponibilidad. Una zona de disponibilidad es un centro de datos que tienen un perfil de riesgo diferente en cuanto a toma de red, toma de comunicación, accidente geológico, accidente aéreo, inundaciones… Estas zonas de disponibilidad están tan cerca como para tener una latencia muy baja y verse como una entidad lógica única. Pero también tan lejos como para tener un perfil de riesgo diferente”, explica Álava. De esta forma, si se produce un problema en uno de los centros de datos, al haber otros dos “el servicio se puede seguir ofreciendo sin ningún tipo de impacto para el cliente final”.
El objetivo de Amazon es ofrecer a cualquier compañía una infraestructura en la nube de alto rendimiento y baja latencia con una capacidad prácticamente ilimitada. La nube de AWS incluye 69 centros de datos en 22 regiones diferentes de todo el mundo. Por ejemplo, en Estados Unidos tiene centros en Ohio, Oregón o el Norte de Virginia. En Asia, en países como India, China, Malasia, Filipinas, Japón y Corea del Sur y próximamente abrirá nuevos centros en Yakarta (Indonesia). Su presencia es notablemente menor en Oceanía y América del Sur, donde solo se encuentra en la región de Sídney y en São Paulo, y en África, donde por el momento no hay ningún centro de datos. Amazon prevé construir infraestructuras próximamente en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Del almacenamiento a la inteligencia artificial
Amazon Web Services empezó a construir y operar en servicios de la nube en 2006. Desde entonces no ha parado de crecer. Los ingresos de Amazon Web Services aumentaron un 35% en el tercer trimestre de 2019 —frente al desplome del 26% en el mismo periodo de los beneficios de Amazon—. La informática en la nube es la entrega bajo demanda de potencia de cómputo, bases de datos, almacenamiento y aplicaciones a través de Internet con un sistema de precios basado en el consumo. El gigante tecnológico cuenta con todo tipo de herramientas para administradores de sistemas y desarrolladores. Ofrece más de 165 servicios —desde cálculo y bases de datos hasta almacenamiento, servicios de red, servicios de inteligencia artificial, machine learning, realidad aumentada—.
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