Google ha sido acusado de engañar a los consumidores australianos sobre cómo recopiló y utilizó su información de ubicación personal. La Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor (ACCC) presentó una demanda contra la compañía alegando que esta “participó en conducta engañosa y realizó declaraciones falsas o engañosas a los consumidores” sobre los datos de ubicación.