Manifestantes encapuchados prendieron fuego y saquearon el sábado el edificio de la Contraloría, en el norte de Quito, en medio de violentas protestas que completan 11 días contra ajustes económicos pactados por el gobierno de Ecuador con el FMI.
La sede fue atacada con bombas incendiarias y poco después un grupo de hombres, la mayoría con la cara cubierta o con cascos, irrumpió en la sede.
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, anunció en Twitter el desalojo de la zona, donde se registran disturbios por las medidas económicas, para «que los equipos de rescate puedan atender el incendio y el personal que está dentro».
Romo agregó que la Policía había detenido a «30 personas que se habían apostado en la terraza de la Contraloría» y que los agentes revisaban el resto del edificio.
La funcionaria acompañó sus tuits con videos en los que aparecen varias personas causando destrozos y saqueando oficinas, así como columnas de humo saliendo del edificio de la Contraloría, cercano a la sede de la Asamblea Nacional.
El lunes, cuando indígenas empezaron a llegar a Quito para protestar contra los ajustes pactados por el gobierno con el FMI, los manifestantes intentaron asaltar las sedes del Parlamento y de la Contraloría. Al siguiente día, el Legislativo fue ocupado brevemente.
La Conaie señaló que el grupo que incursionó a la Contraloría no está relacionado a la organización indígena.