Pronto se podría aprobar un proyecto de ley que busca prohibir la venta de dispositivos electrónicos que tengan baterías difíciles o imposibles de remover. Ése es uno de los principales puntos de una iniciativa que se está tratando en la legislatura de Washington y que tiene como finalidad hacer que los productos electrónicos sean más fáciles de reparar.
En este sentido, se busca proteger los derechos del consumidor y combatir la obsolescencia programada que impera en el ámbito de la tecnología. Se dice, desde hace un tiempo, que los dispositivos están programados para ser reemplazados en un término de 18 meses, como máximo.
Este tema se reavivó luego de que se conocieran los problemas de batería en los iPhones, a raíz de la actualización del sistema operativo iOS 11. Apple reconoció este inconveniente, enfrentó varias demandas y ofreció reemplazar las baterías pero eso puede llevar varias semanas de espera.
De todos modos, esta iniciativa -llamada SHB2279- se comenzó a gestar antes de que se conociera este incidente, según aseguró Jeff Morris,uno de los impulsores de este proyecto, tal como menciona el sitio Motherboard.
En caso de que se apruebe, la ley comenzaría a entrar en vigencia el 1 de enero de 2019 y afectaría a todos los dispositivos con paneles planos y displays como smartphones, computadoras, tablets y kindles, aunque no alcanzaría a los accesorios.
Esta norma busca prohibir la venta de equipos electrónicos «diseñados de tal modo que impidan el correcto diagnóstico y la reparación por parte de un proveedor independiente. Dentro de esto se contemplan las baterías que están adherida de modo tal que resulte difícil o imposible de quitar».
No es el primer proyecto que busca proteger a los consumidores y su derecho a reparar sus dispositivos. El año pasado, 12 estados presentaron normativas que, de ser aprobadas, obligarían a los fabricantes de productos electrónicos a poner a disposición del consumidor y negocios de reparación información relevante sobre cómo refaccionar los equipos, así como la venta de piezas de repuesto. También se evitaría el uso de software para evitar los arreglos o para bloquear de manera remota aquellos equipos que fueron refaccionados.
De todos modos la iniciativa de Morris está más adelantada que el resto porque cuenta con el apoyo de 11 representantes de todo el arco político y ya fue tratada en comisión. Podría ser la primera de su tipo en entrar en vigencia.
Claro que este proyecto tiene sus opositores. Una coalición integrada por 14 asociaciones de tecnología, entre las que se encuentran la Asociación de Consumo Electrónico y la Asociación de Industria en Telecomunicaciones le escribió al legislador Morris para expresar su repudio.
Asimismo, representantes de compañías como Apple, Microsoft, Verizon, Comcast y Electronic Arts entre otras cientos de compañía se opusieron a esta legislación aduciendo que si se les permite a los usuarios reparar sus equipos con terceros aumentarán los ciberataques y otros episodios que atentan contra la seguridad de los equipos. De todos modos, aún tienen que presentar pruebas concretas para respaldar estos dichos.